domingo, 2 de noviembre de 2014

221 – Peñalara. (Jurisdicción de Lara - Burgos)








Para ascender a la Peñalara (Jurisdicción de Lara – Burgos) la mejor opción no es saliendo precisamente desde Revilla del Campo, pues la distancia es bastante considerable. Existen otras alternativas desde lugares más cercanos a esta montaña pero nosotros así nos lo hemos propuesto ya que una de las intenciones que yo traía para esta excursión, además de alcanzar dicha cumbre era pasar por el desfiladero de Los Castros al Sur de Revilla del Campo. Luego ya a continuación procede seguir sobre la meseta de la Sierra de Peñalara hasta alcanzar su máxima altitud en el extremo más oriental. El regreso, descendiendo al valle Norte seguimos el camino que pasando por Torrelara y Quintanalara nos devuelve al punto de partida.

Ruta realizada: Domingo, 26 de Octubre de 2.014

Itinerario:
Estación de Revilla del Campo – Desfiladero de los Castros – Ermita de San Cristóbal – Cumbre de Peñalara – Torrelara – Quintanalara - Estación de Revilla del Campo.



                  Orografía y bosques de la Sierra de Peñalara. (Jurisdicción de Lara – Burgos)
 
Elías y Javier.


            En esta ocasión cambiamos a un entorno que normalmente no le prestamos la atención que merece pero que no deja de tener interés para una ligera visita. No es necesario hacer un largo viaje desde Burgos, pues el punto de inicio de nuestra propuesta, Revilla del Campo, se encuentra a tan solo 24 kms de distancia. Queremos ascender la aislada montaña Peñalara (1.296 mts) que domina a su alrededor una amplia extensión de terreno con numerosos pequeños pueblos de la Jurisdicción de Lara. 
            Pasado Revilla del Campo continuamos  por la carretera un km. más y un corto desvío nos lleva hasta los edificios en lamentable ruina que componían la antigua estación de ferrocarril Santander – Mediterráneo. Esta línea ferroviaria fue clausurada hace 29 años, en el 1.985, y actualmente se mantiene el lecho de su trazado que en algunos tramos es aprovechado como vía verde. Aquí dejamos el coche (alt. 946 mts) y comenzamos a andar siguiendo momentáneamente esta línea abandonada y actualmente invadida por la vegetación.
            Después de unos 350 metros andando sobre el trazado, cruza una pista y es donde le abandonamos  para continuar por ella. Nos cruzamos con algunos nuevos enlaces de otras tantas pistas y hay que acertar con la que nos lleva hasta el comienzo de la senda que conduce al desfiladero de Los Castros (también conocido como Las Calderas o Valle Hermoso). La pista finaliza junto a unas mesas de merendero de donde parte la mencionada senda. Resulta muy agradable caminar entre la abundante vegetación por la que se abre paso compuesta principalmente de encina . Muy pronto se estrecha el valle y van apareciendo paredes de roca algunas con diversas oquedades, balcones y curiosos techos. El curso del barranco que no es muy largo, efectúa algunas curvas ascendiendo en busca de la amplia meseta superior de bosque espeso. Una vez arriba nos abrimos paso entre el tupido bosque hasta que coincidimos con el camino que más adelante desciende a Quintanalara.
            Ya hemos dejado atrás el escondido desfiladero que aunque corto no deja de sorprender por sus curiosas formaciones. Seguimos ahora por el cómodo camino desde el que en algún momento alcanzamos a ver Quintanalara a la izquierda de nuestra marcha. Más adelante abandonamos el camino de rodadura y enlazamos con una senda marcada con jitos e incluso alguna señal de coincidencia con el “camino de San Olav”. Por encima del tupido bosque también llegamos a ver a larga distancia la parte más elevada de la montaña Peñalara sobre la que pretendemos situarnos. En nuestro itinerario pasamos junto a la ermita de San Cristóbal (1.096 mts) situada en el borde norte de la sierra y muy próxima a la localidad de Torrelara. Tanto por Torrelara como por Quintanalara pasaremos al regreso. 
            Junto a la ermita de San Cristóbal es el momento que decidimos para hacer un alto en nuestra marcha aprovechando a tomar el bocadillo y contemplar el amplio valle a este lado de la montaña. También distinguimos claramente la cercana Sierra de Mencilla.
            Continuamos ruta siguiendo momentáneamente el camino que nos llevaría a Cubillejo, al sur de la montaña. Pero nuestra intención no es desviarnos a este pueblecito sino mantener decididos la dirección hacia el punto más elevado de Peñalara sin perder altura. Dejamos de seguir también la trazada del camino que remonta sobre la meseta para progresar monte-través por el borde superior de los cortados que descuelgan sobre la ladera Norte y de esta manera intentar localizar algún paso que nos permita descender hacia el valle para el regreso. Sí que vemos una corta canal y con esa tranquilidad de saber por donde descenderemos y con el terreno también limpio de bosque, nos dirigimos al borde opuesto de la  montaña para asomarnos a los cortados de la ladera Sur, con vistas al cercano pueblo de Quintanilla de las Viñas. En estos cortados se encuentra la via ferrata de escalada “Camino del Infierno” y precisamente ahí coincidimos con el conocido guía Marco Aurelio, uno de los escaladores que ha equipado dicha vía. Charlamos unos minutos y entre otros interesantes detalles nos manifiesta que la misma está cogiendo auge siendo visitada por  numerosos escaladores que practican esta modalidad. 
            Completamos los últimos metros de subida y ya nos situamos sobre el punto más elevado, también vértice geodésico, de Peñalara (1.296 mts). No pueden faltar el correspondiente buzón y placa de cumbre. Vemos también muy próxima otra placa en memoria de un joven de estas tierras de Lara fallecido hace unos años. Podemos disfrutar unos momentos de la cumbre desde donde se divisa una gran extensión de las tierras de la Jurisdicción de Lara y numerosos pueblos que nombrar aquí a todos sería largo. Pero como muestra, hacia el Sur vemos muy próximo Quintanilla de las Viñas teniendo de fondo la Sierra de las Mamblas. Hacia el Norte, el más inmediato es Vega de Lara, luego también Paules de Lara, Aceña…  teniendo al fondo la Sierra de Mencilla. Hacia el Este, Lara de los Infantes, interponiéndose entre éste y nuestra posición las ruinas del Castillo de Lara. Y hacia el Oeste de donde venimos, situados a la derecha de la montaña según miramos desde aquí: Torrelara y Quintanalara.
            Ahora nos queda la vuelta hasta el punto de partida y pretendemos un itinerario distinto. Para ello descendemos de la peña por la corta canal que hemos localizado en la subida, la cual se abre entre las paredes escarpadas de su vertiente Norte. De esta manera podemos llegar hasta la parte inferior del valle donde coincidimos con el camino de Navapeña por el que seguimos hacia Torrelara y más adelante Quintanalara. Andar sobre el trazado de la pista no es lo mismo que campo-través. Resulta un poco monótono y cansino pues tanto a un lado como a otro solo se encuentran las tierras de cereal. Antes de completar la ruta pasamos por el merendero de Tabladillo que dispone de mesas con tejavana, cocinas y un estupendo manantial a su lado donde poder refrescarnos e hidratarnos. Pocos minutos más y ya finalizamos esta larga ruta junto a las ruinas de la estación de Revilla del Campo donde la habíamos iniciado horas antes.


Tiempo total dedicado a la ruta: 8,30’ horas.
Desnivel de subida: unos 350 metros
Distancia recorrida: unos 24 kms
Climatología: Cielo despejado, buena temperatura otoñal.


                                            Plano y referencias tomados del servicio IGN.


A continuación podemos ver  la testimonial muestra gráfica  de la jornada…



La ruta de hoy se encuentra muy cerca de Burgos. No son más que 24 kms los que nos separan de Revilla del Campo y la ruinosa estación del ferrocarril Santander-Mediterráneo cuyo servicio fue clausurado hace 29 años.
De aquí partimos para ascender a la Peñalara. Largo camino nos espera.


Andamos los primeros 350 metros sobre el desmantelado lecho del trazado ferroviario.

Hasta que enlazamos con una pista por la que seguimos en busca del valle escondido con su desfiladero de Los Castros.


La pista que nos lleva hasta la entrada del valle finaliza en este bosque. Una cadena impide el paso de vehículos encontrándose a pocos metros la zona de pic-nic (mesas y asientos de cemento).

Continuamos por una bonita senda que se abre paso entre el bosque mayoritario de encinas.

Y muy pronto ya estamos contemplando las formaciones rocosas del desfiladero de Los Castros (también conocido como Las Calderas o Valle Hermoso).

Resulta agradable recorrer este escondido valle y admirar las curiosas formaciones de erosión.




Salimos a la parte superior del valle y enseguida nos introducimos entre el bosque.



Al fondo podemos ver el objetivo del día: Peñalara.

Y sobre la marcha en algún momento también podemos ver Quintanalara que queda a la izquierda de nuestro itinerario.

Acercándonos al borde de la sierra vemos esta orografía.

Continuamos siguiendo en estos momentos por una senda jitada.

Más adelante sobre camino más abierto.

Coincidimos con esta señal correspondiente al itinerario del camino de San Olav. (tramo Burgos – Covarrubias).

Ahora vemos el pueblo Torrelara, también a la izquierda de nuestro itinerario.

Nos acercamos a la ermita de San Cristóbal desde donde también se domina Torrelara.

Desde la ermita, mirando hacia el Norte vemos la Sierra de Mencilla.

Continuamos la marcha sobre senda, también campo-través o incluso introduciéndonos entre el bosque.



Desviándonos de caminos, progresamos por el lateral izquierdo de la Sierra entre bosque y rocas.



Inspeccionamos y vemos estos pasillos entre rocas por donde al regreso podremos descender hacia el valle.

El bosque ya queda atrás y el terreno ahora es totalmente abierto hasta la cumbre. Seguimos este camino de losas que nos lleva hasta arriba.

Pero nos desviamos ligeramente hasta el borde Sur desde donde vemos Quintanilla de las Viñas y al fondo la Sierra de Las Mamblas.

Ante nuestra sorpresa vemos aparecer entre los cortados de la vertiente Sur a un escalador.

Se trata del conocido Marco Aurelio, entrenando sobre la vía Ferrata “Camino del Infierno” a la que se accede desde Quintanilla de las Viñas.
Mantenemos una breve conversación con Marco Aurelio, antes de que él inicie el rápel de la pared y nosotros sigamos hacia la cercana cumbre de Peñalara.


Pocos metros antes de la cumbre pasamos sobre esta trinchera transversal. Parece ser que en la antigüedad había un asentamiento en lo alto de la montaña.

El caminito hasta la cumbre donde se aprecia el vértice geodésico.

Testimonial junto al buzón y placa de cumbre de Peñalara.


Buzón en primer término y Quintanilla de las Viñas.

Muy próximo, y acercándonos al extremo Este, también nos fijamos en una placa en memoria de un joven de la zona fallecido.

En la misma orientación Este a corta distancia se encuentra el Picón de Lara con restos del Castillo de Lara. Renunciamos acercarnos hasta allí. Por hoy vamos a tener suficiente con haber llegado a la cumbre más lo que nos queda de regreso.



Mesa de identificación de cuanto se alcanza a divisar desde Peñalara.

Hacia el Norte, Vega de Lara, Paúles y Aceña.

Abandonamos la cumbre emprendiendo el regreso que no será por el mismo itinerario. Descendemos hacia el valle del Norte sirviéndonos de una brecha entre las paredes de roca.

Luego continuamos hacia abajo por la pendiente de la ladera.


Seguimos el camino de Navapeña en dirección a Torrelara.


Ahí queda Peñalara que ha sido un interesante objetivo para nuestra ruta de hoy.

Entrando en Torrelara mientras vemos su iglesia en lo alto del cerro.


Mirando hacia atrás seguimos viendo Peñalara.

Siguiendo el camino llegamos a Quintanalara. En la foto vemos un homenaje/recuerdo al desmantelado ferrocarril “Santander-Mediterráneo” que pasaba por estas tierras de Lara.

El edificio de la iglesia de Quintanalara.

Continuamos por la monótona pista que se abre paso entre los campos de cultivo.

Con las plantas de los pies un tanto resentidas, nos detenemos en el merendero de Tabladillo. Un corto descanso aprovechando a hidratarnos en el fresco manantial que se encuentra al lado.


Ya hay ganas de finalizar esta larga ruta. En los metros finales nos distraemos con estas tonalidades que nos ofrece el otoño.



8 comentarios:

  1. Vaya ruta larga.Si que me suena sobre todo de la estación de Revilla a Torrelara, las veces que hicimos la ruta por obligación.Nos dejaba el tren y no había Taxis. Espero que lo hayáis disfrutado.

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    1. Siendo por obligación no es lo mismo que lo que ahora hacemos por afición. Las cosas cambian una barvaridad.
      Un largo paseo para llegar a Torre desde Revilla, pero pienso que también tendría su encanto y seguramente lo disfrutaríais a vuestra manera, acorde con los tiempos.
      Un saludo, y gracias por tu visita,
      Javier

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  2. Según lo describes y podemos visualizar, este recorrido no resulta para nada monótono, ni 'Ojolince y Sra.' le pondríamos el calificativo de aburrido. ¡Ni mucho menos!
    Los parajes inicialmente de bosque de encina con esas formaciones a modo de eremitorios excavadas en la roca, asombran al paseante. Después nos lleva el sendero a la zona alta con excelentes vistas y el encuentro del amigo montañero.
    Una pendiente y rocosa ladera os sirve de pasarela para volver al llano, pasando a visitar pueblo y valle con el detalle del otoño plasmado por tu objetivo.
    En verdad que habéis conseguido completar una más que interesante y variada ruta burgalesa.
    Un saludo de 'Ojolince y Sra.' a quienes también les ha gustado mucho tu original foto del buzón de cumbres, para la ocasión.

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    1. Para nada, amigos Juan Miguel y Tere, esta ruta resultó aburrida. Ni mucho menos!.
      Recomendable para quien esté dispuesto a una larga marcha sobre ambiente tan variado.
      Quizá, los excesivos kilómetros sobre pista en la última parte de la ruta me han llevado a calificar (solo a esta parte) de cierta monotonía, además de que realmente terminamos con los pies resentidos debido a la superficie plana que presentan las pistas.
      Pero ya digo que la calificación global es de acertada ruta, gratificante, sobre una montaña que no nos habíamos puesto como objetivo hasta ahora.
      Estamos dispuestos a seguir coleccionando buzones de cumbre,
      Un abrazo,
      Javier

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  3. Acertada excursión a estos parajes tan cercanos a la ciudad de Burgos Javier.
    Al igual que Ojo Lince también me ha resultado muy interesante.
    Yo también lo desconocía y me ha sorprendido algunas de las imágenes y detalles que describes en la ruta.
    Las peñas de los Castros son muy atractivas a la par que curiosas.
    El bosque de encinar y las vistas hacia los pueblos de Lara es para destacar.
    Escaso desnivel pero compensado por el largo kilometraje. Buena ruta y gran día que os hizo !
    Aquí en León ya se divisan las primeras nieves de la temporada.
    Te veo afilando los esquís de travesía...
    Tendrás ganas.
    No me extraña nada.

    A ver con que nos sorprendes en la próxima publicación.
    Un abrazo:
    Kike

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    1. Por esta zona había estado yo bastantes años antes pero en dos jornadas complementarias. Ahora lo he vuelto a recordar acompañado por Elías que no lo conocía. Ya ves. Tan cerca de casa y lo dejamos ahí como si no tuviera suficiente interés.
      Lo hemos hecho todo de un tirón y la verdad que ha merecido la pena. Tampoco es tan exagerado el kilometraje pues estamos acostumbrado a estas rutas de largo recorrido.
      Como digo antes, el único inconveniente que veo es andar sobre pista durante muchos kilómetros ya en la parte final. Los pies sí que se resienten pisando de continuo sobre el suelo monótono.Tú también estarás de acuerdo, pues no te faltarán experiencias de este tipo.
      Ya se nos ha pasado un primer mes de otoño que nos ha permitido disfrutar casi como una prolongación de verano. Ahora sí que cambia el tiempo de verdad y quizá pronto variará el paisaje propio de crudo invierno. También lo aprovecharemos. Cómo no!. Nos movemos en todo tipo de terreno y disfrutamos de la montaña en todas las épocas del año.
      A lo mejor sí que te sorprende la última ruta que he realizado la pasada semana sobre la que estoy elaborando la correspondiente entrada para el blog. Ya me dirás.
      Un abrazo, Kike,
      Javi

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  4. Esta ruta se más tranquila,más llana,pero no quita unas vistas chulas.Un saludo.

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    1. Gracias Juan Carlos por tu visita al blog y comentario.
      Dentro de la diversidad de posibilidades que tenemos para pasear por el monte, en esta ocasión elegimos la zona de Peñalara (Burgos) y que tal como dejo constancia, no defraudó para nada.
      Un saludo,
      Javier

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